Bailarín, coreógrafo y profesor nacido en Gran Canaria y formado en Danzas Urbanas y Contemporáneas desde 2002. Residente en Tenerife desde 2013, momento en el que es integrante de Tenerife Danza Lab durante cuatro años, plataforma de experimentación, divulgación y pedagogía en Danza residente en el Auditorio de Tenerife. En este periodo trabajó con bailarines/coreógrafos como Daniel Abreu, Laura Marrero, Paloma Hurtado, Helena Berthelius, Carmen Macías y Sara Wiktorovicz entre otros.
Hablamos con él sobre su actual proceso creativo.
– Este sábado 27 de abril tendremos la oportunidad de ver ‘Invierno’ uno de tus primeros trabajos coreográficos y a la vez dos de tus últimas producciones. El estreno de ‘Recíproco’ y ‘Poesía en verse’. ¿Cómo dirías que ha evolucionado tu trabajo en los últimos años?
Pues diría que ha evolucionado de manera muy orgánica y, como me ha enseñado un muy buen amigo, basándome en mis convicciones. No sé mis trabajos van siendo mejor o peor, pero sí estoy seguro de que cada vez se centran más en la veracidad de un cuerpo que está presente y que usa la escena para pasar por diferentes estados
– En ‘Recíproco’ te acompañas de otro bailarín tinerfeño ¿Cómo ha sido trabajar con Adrián Pérez?
Tanto en el trabajo como fuera de este siempre está presente la honestidad y el placer por lo que hacemos. Desde un primer momento hubo una conexión muy buena y quisimos compartirla con el resto a través de un hecho artístico. ‘Recíproco’ es un espacio que nos hemos regalado para salir de los sitios que frecuentamos, es un punto en el que dos cuerpos que se mueven de maneras muy distintas se han entendido sin juicio. Ha sido un placer porque hemos conseguido que el ritmo lo vaya marcando el cuerpo.
– Vienes del Centro Coreográfico de La Gomera tras realizar una residencia artística con ‘Recíproco’ junto al bailarín Adrián Pérez. ¿Cómo se ha realizado el trabajo de residencia?¿Qué cosas aportó esta residencia a la pieza?
Esta historia comenzó en noviembre de 2016 en El Graner (Barcelona), cuando comenzamos a investigar sobre lo que podría ser ‘Recíproco’. Por nuestro volumen de proyectos personales no volvimos a trabajar en esto hasta el pasado mes de marzo, así que necesitamos un tiempo para retomar y reconocernos de nuevo. Nuestros cuerpos se mueven distinto y las apetencias son otras, pero el nexo ha sido siempre el mismo.
Esta es la tercera vez que trabajo en residencia artística en el Centro Coreográfico de La Gomera y siempre es una gozada. Es un lugar fresco, que respeta y se interesa realmente por el trabajo de los artistas y sus anfitriones, Martín Padrón y Gregory Auger, tienen una labor muy importante con el cumplimiento de la función social que tiene la danza. Creo que es de los pocos lugares donde hay un trabajo bidireccional y enriquecedor tanto para el Centro como para los residentes.
– Para la noche del sábado 27 estrenarás también una pieza en solitario bajo el título ‘Poesía en verse’. ¿Qué nuevos versos nos ofrecerás en tu nueva dramaturgia?
Más que nuevos versos diría que hay una página en blanco que será escrita por un hombre de 29 años, después de volver a leer, desde otro lugar, los versos de creaciones anteriores que se reflejan en esta.
– El Teatro Victoria ha sido un espacio de creación recurrente para tu compañía y ahora te ofrece una noche dedicada a tres de tus trabajos, ¿cómo ha sido la relación entre este espacio y tu crecimiento profesional?
Este espacio y quienes lo habitan siempre han sido cómplices de todos mis trabajos y podría decir que es el segundo sitio en el que más cómodo me encuentro después de casa -risas- Me han visto y ayudado muchísimo a crecer como creador y que mi pasión por lo que hago crezca conmigo. Por su compromiso por impulsar la creación contemporánea canaria, por el apoyo incondicional, por hacer lo que hacen desde el alma del acto artístico en vez de desde los números, por ser unas personas maravillosas… GRACIAS. A todos los que lo hacen posible pero en especial a Roberto Torres y Marliuz Borges, tienen todos mis respetos.
– En junio estrenas nueva producción. Una pieza larga en la que cuentas con más bailarines y bailarinas. Como director darás el salto al medio formato ¿Nos puedes adelantar algo de lo que podremos ver?
Podrán ver a cuatro bailarines en la escena (Cora Panizza, Kiko López, Raquel Jara y un servidor) que junto a la iluminación de Alfredo Díez y la música de Franco Mento, nos estamos adentrando en la búsqueda del significado de la belleza y sus opuestos. Aún no sé con certeza qué será de ‘La muerte de Venus’, pues le estamos dando libertad al proceso vital de la propia creación hasta que nos subamos al Teatro Guimerá el próximo 7 de junio.