¿Qué pasaría si el Teatro Victoria retara a un biólogo a identificar especies canarias en Flowerheads Show – Avant Garden? El divulgador Víctor de León participa esta semana como firma invitada en nuestro blog con un singular catálogo inspirado en la pieza de Cía. Elías Aguirre, seleccionada por el XX Circuito de la Red de Teatros Alternativos.
Desde la oscuridad más absoluta, una inestable carroza arácnida aterriza, tímidamente, en un paisaje yermo e impredecible. Las arañas son insólitas viajeras del aire, pues la producción de seda las ha convertido en paracaidistas naturales, capaces de colonizar cualquier espacio. Incluso islas en mitad del océano.
Con la llegada de Flowerheads Show – Avant Garden a Tenerife, y su visión romántica y naturalista, ¿cómo no interpretar esta obra como una caótica sucesión ecológica, donde todo tipo de organismos luchan por encontrar un inexistente equilibrio en un nuevo lugar al que llamar hogar?
Por supuesto, los primeros animales que suelen llegar a una isla son aves. Y aunque el coreógrafo Elías A(Guirre) lleva en su apellido al único buitre autóctono del archipiélago, su obra nos hace pensar en los vencejos. Es decir, aves en forma de punta de flecha, de vuelo errático e impredecible, que ensordecen con sus chillidos el ruido del mar que golpea los acantilados donde nidifican.
Esta sensación de desequilibrio, que generan estas aves al volar en bandada, también se ve acentuada en tierra por los movimientos espasmódicos que los bailarines recrean en el suelo. Como un lagarto tizón reptando sobre el asfalto ardiente o el zigzagueante avanzar de lisas y lisnejas, que buscan su lugar en un hábitat hostil y lleno de depredadores.
Un reino vegetal digno del Jardín del Edén
Pero no solo animales habitan este Jardín del Edén abandonado al caos. Cuando sopla el viento y los artistas clavan sus pies al suelo, el reino vegetal cobra protagonismo. La brisa intangible que llena el escenario y hace temblar los torsos y extremidades de los bailarines, dispersa los cientos y miles de semillas en forma de vilano de los verodes. Como si de un diente de león se tratase, sus frutos se entierran en el suelo y, al poco, el ciclo vuelve a repetirse.
Aunque esta vez no son verodes, sino cardones, los que crecen implacables en altura. Con sus formas toscas -pero simétricas-, retorcidos sobre sí mismos y, aún así, elegantes. Para luego desanclarse del suelo y abandonar el escenario para siempre.
Desorden humano
La llegada del ser humano a las Islas no hace más que aumentar el desorden en estos ecosistemas. Un ser humano ya lobotomizado, en venganza, por plantas ornamentales que ha transportado por medio mundo. Y es que si podemos tomar otra interpretación naturalista de Flowerheads Show – Avant Garden es cómo las personas somos partícipes de la destrucción, muchas veces involuntaria, del medio natural. Especies que se introducen, otras que se esconden y muchas que se extinguen.
Ejemplo de estas especies son las ranas que aparecen en el escenario y que solo pudieron cruzar el océano en barcos. O escarabajos como las pimelias, que se revuelven boca arriba en el escenario y luchan por sobrevivir mientras caen en ‘trampas’ abandonadas por humanos.
Y aunque no queramos spoilear el final de la obra, sí que nos aventuramos a adelantar que podría estar desarrollándose en San Borondón. La mitológica isla canaria que aparece y desaparece sin dejar rastro y donde Flowerheads Show – Avant Garden podría estar representando a la perfección uno de sus ciclos vitales.
Para comprender y disfrutar de esta última comparativa vas a tener que acudir al Teatro Victoria y ver la pieza de Cía. Elías A(Guirre) el sábado 26 de noviembre (17:30) o el domingo 27 de noviembre (12:00). Una obra para todos los públicos capaz de evocar todo tipo de sensaciones y respuestas. Esta ha sido la nuestra.
Nos vemos en el teatro.
Crédito Imágenes
- Guirre (Neophron percnopterus majorensis) – Foto de Carlos Delgado. Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/ y Vencejo unicolor (Apus unicolor) – Foto de David Pérez (@opusnigrum33).
- Lagarto tizón (Gallotia galloti eisentrauti) – Foto de Laura Vázquez y Lisa dorada (Chalcides viridanus) – Foto de Víctor de León.
- Verode (Kleinia neriifolia) y Frutos del verode – Foto de Damián Esquivel Díaz.
- Cardón (Euphorbia canariensis). Foto de Arnoldo Álvarez Escobar.
- Decenas de escarabajos del género Pimelia muertas dentro de una lata. Foto compartida por la Fundación Telesforo Bravo.
FIRMA INVITADA
Víctor de León | @BiodiverSiTal
Biólogo apasionado por el medio natural, la comunicación científica y la educación ambiental.
Incapaz de decir que no y entusiasta de los nuevos proyectos.