La relación entre Provisional Danza y Compañía Nómada ha dado lugar a multitud de proyectos escénicos de primerísimo nivel. Especialmente, derivados de la estrecha amistad que mantienen Carmen Werner y Roberto Torres. De nuevo, este vínculo tan especial da lugar a la coproducción Instrucciones para mejorar la vida que, si bien ha visto postergado su estreno debido a la crisis sanitaria derivada de la COVID-19, queremos adelantar algunas pinceladas mediante la siguiente entrevista a dos voces.

"son consejos sobre lo que debemos hacer o no hacer y de cómo hacerlo para mejorar lo que nos queda de vida"

.- Para Regalo y Una vez más, dos piezas de Danza que reflejan perfectamente el cariño, la sensibilidad y la complicidad que sienten ambos a la hora de colaborar para crear proyectos escénicos. ¿Cómo nacen estas Instrucciones para mejorar la vida?
Carmen Werner: Se me ocurrió que era buena idea juntar a cuatro bailarines mayores que estamos en activo.

Roberto Torres: Esta iniciativa parte de Carmen Werner. Creo que nace al pensar en la riqueza y posibilidades que podrían surgir de este encuentro. Tres bailarines con los que ella ha creado diferentes vínculos emocionales, con los que ha trabajado en diferentes creaciones y que había entre nosotros espacios de encuentro como la edad, todos mayores de 57 años, el momento vital, la larga trayectoria, que estamos todavía en activo y que había un nexo común: Carmen Werner y el conocimiento de su trabajo. Sin duda, somos diferentes y cada uno puede aportar a la pieza, desde el punto de vista de la creación, diferentes interpretaciones, formas de ver y sentir la vida y experiencia tanto vital como en la danza.

.- ¿Qué nos pueden contar sobre la pieza?
CW: A grandes rasgos, son consejos sobre lo que debemos hacer o no hacer y de cómo hacerlo para mejorar lo que nos queda de vida.

RT: Cada momento de la vida lleva diferentes preguntas y en esta etapa es cómo mejorar lo que nos queda de vida. Esto sin estar exento de dudas, humor, reflexiones y reconocerte como eterno aprendiz que muchas veces no tiene respuestas.

.- En esta pieza grupal comparten escena con los bailarines Alejandro Morata y Leyson Ponce. ¿Cómo se han cohesionado cuatro personalidades con tan amplia trayectoria?
CW: Pues mira, he trabajado con todos ellos desde hace muchos años, pero nunca los había juntado. ¡Uf!, y no veas lo que es eso… una bomba de relojería. Me ha encantado el resultado.

RT: Yo los conocía a los tres, pero solo con Carmen he tenido la suerte de trabajar en tres creaciones. A Alejandro lo he visto bailar en múltiples ocasiones y comparto amistad. A Leyson solo lo había visto bailar en vídeo y me parecía ya un ser entrañable y de buen corazón. Siento que somos muy diferentes pero esto me atrapa. Aunque está claro que tienes que hacer concesiones para trabajar en grupo y que cada uno vaya encontrando su lugar en el proceso, donde aparecen dificultades que hay que superar porque son partes del mismo.

.- ¿Qué papel juega la experiencia de cada artista en este nuevo proyecto?
CW: Es súper importante; hay mucho aporte por parte de todos, fluyen las ideas, hay mucha complicidad… resolvimos la estructura de la pieza en una semana y en la siguiente concretamos casi todo.

RT: Por un lado, está la experiencia de VIDA y por otro, la experiencia en la DANZA aunque no es separable para nosotrxs. La danza ha sido, en gran parte, el motor de la vida. Bailamos lo que vivimos y una parte esencial de nuestras vidas ha transcurrido en giras por muchos países y sus culturas y rodearnos de otros seres, para los que también la danza es vital, ha abierto nuestra mente.

Claro que no todo es danza. Hemos ya vivido muchas muertes de seres queridos y cada vez es menos ajena. Hemos vivido cambios en la sociedad y en el mundo. Esto forma parte de una memoria más larga aunque cada día podamos sentirnos más pequeños. Esta memoria esta en nuestro cuerpo y con ella nos expresamos.

"Por un lado, está la experiencia de VIDA y por otro, la experiencia en la DANZA aunque no es separable para nosotrxs."

.- Con respecto a las piezas anteriores, sobre todo viniendo de girar en 2019 con Una vez más, ¿cómo ha sido el cambio de trabajar a dúo a cuarteto?
CW: Pues un poco más complicado pero nada más. Sobre todo porque Roberto está en Santa Cruz y nosotros en Madrid y para juntarnos a trabajar es difícil.

RT: Con Carmen ha sido muy fácil porque es mi AMIGA y esto lo escribo en mayúsculas. Nos entendemos muy bien en la escena, nos apoyamos y compartimos una forma de vivir la danza.

Es más complejo en este espacio de cuatro personas e intérpretes que se conocen menos y que tienen que encontrarse y desencontrarse hasta que cada uno en el proceso asume su lugar dentro del grupo, para poder dar lo mejor de sí y que Ia pieza crezca cuando aportamos nuestra responsabilidad individual en el trabajo.

.- Desde el punto de vista de la interpretación, ¿cómo se siente y responde el cuerpo en la escena en esta etapa de madurez vital y profesional?
CW: Yo de esto no me doy cuenta porque llevo en activo toda la vida, menos cuando me caí de un tejado, que solo pare 6 meses.

RT: El cuerpo se ha movido de muchas maneras en mi vida como bailarín, ya no me llaman las acrobacias ni me toca hacerlas. En este momento me apoyo en mi memoria física y vital sin olvidar mis capacidades, que aún son muchas, y aparecen también otros límites.

Para mí está siendo agradable aceptar este cuerpo diferente que necesita expresarse honesto, sin mucho adorno y sin grandes pretensiones.

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