Espectáculo: El Pastor.
Compañía Nómada.
Fecha: 16 de enero de 2021.
Idea y Dirección: Roberto Torres.
Coreografías: Roberto Torres.
Intérpretes: Roberto Torres.
Ayudante de dirección: Leandro González García.
Diseño de vestuario: Ana Sanfiel.
Diseño de iluminación: Alfredo Díez Umpiérrez.
Producción: Marliuz Borges.
Audiovisuales: Yudi Acosta (Jolongo Productions).
Traducción al silbo gomero: Alfredo Noda González.
Agradecimientos: Valentín Benítez, David Martin Gau, Carmen Werner y Acerina Hernández Toledo.
Produce: Compañía Nómada
Patrocina: Auditorio de Tenerife Adán Martín, Cabildo de Tenerife e INAEM.
El Pastor
Solo de Danza Contemporánea
#Sinopsis del espectáculo
«En momentos como el presente en que la sociedad está frágil, aparecen aún más visionarios, líderes, coaches y pastores para guiar los rebaños. Dan discursos con sus verdades que lanzan certeros con gritos para los rebeldes y seductores para los mansos.»
Roberto Torres.
Este proyecto surge en época de confinamiento cuando el actor, coreógrafo y bailarín Roberto Torres escucha el discurso de un coach mexicano que trabaja con multinacionales de Estados Unidos que le conmociona. En este discurso motivacional se valora la competencia, el ser el mejor, el que trabaja más duro, la mejor Bestia haciendo comparativas con animales que le resuenan como manipulación y un peligro porque en ningún momento del discurso aparece un nosotros. Esto le hace pensar que en estos tiempos que estamos viviendo, como en otros de la historia, surgen líderes peligrosos con VERDADES que sin dudar las gritan o las adornan para seducir a los mansos o para encender a los inconformes.
Estos PASTORES aparecen como coaches para empresas, en el ámbito religioso o político asumiendo el poder de guiar como rebaños a una sociedad frágil. Roberto toma conciencia que estos tiempos de desconcierto e incertidumbre son caldo de cultivo para estos personajes que hablan desde las alturas, los púlpitos, los escenarios o los atriles. Por otro lado aparece el pastor de ovejas, de cabras o de otros animales que a veces a Roberto se le plantea como posibilidad para cambiar el rumbo de su vida. Si no lo saben, él tuvo hace unos años cabras, las ordeñaba a mano y hacía bien temprano quesos para después irse al Teatro Victoria a seguir el día con lo que más le apasiona: la DANZA. Incluso Roberto empezó a estudiar veterinaria, estudios que abandonó para dedicarse de lleno a las artes escénicas. A veces se sueña paseando cabras por Anaga y por eso mismo, una parte del proceso de este trabajo, fue ir con su amigo Valentín Benítez, que tiene un rebaño de cabras, en algunos de sus dos paseos diarios por las montañas de Afur. Compartir con él momentos y reflexiones, ver sus movimientos con el palo que parece una extensión imprescindible de su cuerpo en estos paseos, observarlo como trata con cariño y respeto a sus animales y el vínculo entre ellos. Canarias tierra con tradiciones y costumbres, tierra que ama y defiende, le regaló el silbo gomero tan importante para los pastores de esa isla y así una parte de este discurso ha sido traducido al silbo por Alfredo Noda González.
En este tiempo de soledad e introspección habitando un teatro vacío: el Teatro Victoria, Roberto toma consciencia que en los últimos años ha trabajado como intérprete para otros coreógrafos/coreógrafas: Daniel Abreu, Carmen Werner, etc., o ha estado dirigiendo piezas para otras compañías o para la Compañía Nómada que él mismo dirige como es el caso de Dulces bestias y en este momento, quiso asumir el reto de crear este unipersonal y ver que surgía en esta etapa de su vida, con las vivencias, su cuerpo y las herramientas que ha ido adquiriendo a lo largo de su experiencia y formación como bailarín.
En ese momento de mirada interna, de observación del mundo con media cara tapada, medio oculto, de mucha soledad surgen una serie de preguntas que se lanzan en esta pieza que no pretende dar respuestas, pero que puede invitar a dejar un espacio para la reflexión: ¿En este mundo virtual que hemos creado podremos mantener a salvo nuestra intimidad y los secretos? ¿Si nos fuésemos a una montaña muy alta, muy lejos, serán nuestros los pensamientos?
La pieza encuentra su nombre: El Pastor que puede ser religioso, político o literalmente un pastor de ganado, al final sea como sea, es un guía de masas en un momento de miedo y de perdida de libertades donde existe una forma de motivar al colectivo, que es desde la manipulación. Esta pieza no quiere ser ambigua o abstracta, quiere ser directa apoyándose en la palabra y en el movimiento del cuerpo como posibilidad de comunicación.