Cada 29 de abril, el mundo celebra el Día Internacional de la Danza, una fecha que nos invita a reconocer el poder transformador del movimiento como forma de expresión humana. Más allá de la técnica o el espectáculo, la danza es un lenguaje que trasciende las palabras, capaz de comunicar emociones, historias y culturas enteras.
En el Teatro Victoria celebramos este mes con una invitación especial: colocamos un cartel en nuestra entrada con una sencilla pero poderosa frase: «La danza para ti es…»
La propuesta fue dejar espacio para que cada persona –artistas, público, estudiantes, amistades del teatro– pudiera escribir lo que significa esta disciplina en su vida. Lo que comenzó como una frase inacabada se fue llenando de palabras, emociones y gestos sinceros. Algunas respuestas hablaban de libertad, otras de resistencia, de sanar, de vivir, de comunicarse sin hablar. Cada trazo en ese cartel fue una declaración de amor al movimiento y a la emoción que habita en los cuerpos.
Danza: el arte que transforma el espacio
Porque la danza no tiene una sola definición, sino tantas como cuerpos que la interpretan. Este gesto colectivo es también una forma de decir que la danza sigue viva, en escena y en quienes la sentimos.
Recordar el Día Internacional de la Danza es, por tanto, recordar que todos llevamos dentro un impulso natural hacia el movimiento y la expresión. Es una invitación a reconectar con nuestro cuerpo, a escuchar lo que nos dice y a compartirlo con los demás. Porque, al final, la danza es eso: un diálogo silencioso que nos permite ser, sentir y comunicar en un mundo que a veces olvida la importancia de moverse al ritmo de nuestras emociones.
Así, la danza se reafirma como un medio de expresión esencial, capaz de reflejar la diversidad humana y de fomentar la empatía y la comprensión mutua. En cada paso, en cada giro, llevamos una historia que merece ser contada.
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Jessel Silva |
Equipo de comunicación